El matrimonio infantil

Escrito por Ellie Diddams
El número 5 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de las Naciones Unidas es la igualdad de género, lo que incluye 'eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil'.
¿Pero podemos de verdad erradicarlo? Algún día, con mucho trabajo cultural e institucional, pienso que sí.
Los hechos son claros: una de cada cinco chicas del mundo se casa antes de cumplir 18 años (UNFPA). Esta cifra se duplica en países menos desarrollados a pesar de que haya leyes para prohibirlo. Los países más afectados en Latinoamérica son Nicaragua, la República Dominicana, Brasil, Honduras y Guatemala.
El asunto que tratamos es social y se basa en el patriarcado, lo que influye en que los hombres de determinadas sociedades crean que pueden hacer lo que quieren con las niñas solo porque son exactamente eso: niñas. Desafortunadamente, no podemos erradicar el patriarcado ahora mismo y de golpe. Para ello habría que mejorar la concienciación sobre estos problemas y es necesario que se tomen decisiones que puedan afectar, de una manera positiva, a las niñas menos afortunadas. Por ejemplo, la UNICEF está generando datos sobre el tema para continuar creando programas eficaces. Estos datos se usan para destacar a los gobiernos y empresas lo que está pasando con la esperanza de que hagan algo para ayudar. Asimismo, esta organización se centra en la protección de las niñas cuando más les afectan los daños del matrimonio infantil. Este sistema dirigido por la UNICEF funciona en Colombia, El Salvador, Guatemala, México, y la República Dominicana.
De igual manera, la UNICEF ha creado un programa que se llama '18si14no', liderado por una niña guatemalteca que se llama Stephanie Tax (Figueroa). Por su trabajo, el gobierno de Guatemala ha elevado la edad mínima del matrimonio hasta 18, algo que ayudará a miles de niñas a través del país. Este cambio es tan importante porque antes la ley decía que las niñas podían casarse a los 14 años, mientras que los niños podían hacerlo a los 16, una diferencia claramente patriarcal que no tenía ningún sentido.
Para entender mejor cómo afecta el matrimonio infantil a las niñas, hay que considerar los derechos que no tienen y la formación que les falta. Estas niñas viven en un mundo en el que sus propósitos son casarse, tener descendencia y ser amas de casa. El problema es que, sin estudios, a las niñas les encanta esta imagen porque no conocen nada más. No quiero decir que ser ama de casa sea malo, sino que lo que importa es el derecho a elegir. Cuando las niñas pueden decidir si quieren quedarse en casa o estudiar, es cuando cambia su mundo.