El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 16 es imposible en Venezuela y esta es la razón

Escrito por Eve Williams
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas inspiran esperanza. Son diecisiete objetivos diseñados para mejorar la vida de todas las personas en todo el mundo, e incluyen desde la erradicación de la pobreza hasta la protección de los océanos. Es difícil leerlos y no tener fe en un futuro mejor. Esto es así hasta que llegamos al ODS 16, y lo intentamos aplicar a la situación en muchos países de América Latina, en particular a Venezuela.
¿Qué implica el ODS 16? En palabras de la ONU, se centra en el 'acceso a la justicia para todos' y en la construcción de 'instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles'. Entre otros factores, esto implica la transparencia institucional, la reducción de la corrupción, y procesos de toma de decisiones que reflejen lo que el público quiere. Se esperaría que el gobierno venezolano priorizara la implementación de estos objetivos, considerando que Venezuela ocupa actualmente el desgarrador puesto 177 de 180 países en el índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Sin embargo, aquí es donde entra Nicolás Maduro, el 53º presidente de Venezuela.
Maduro llegó al poder en abril de 2013, en gran parte debido al apoyo que recibió del régimen de Castro en Cuba. Su gobierno, cada vez más autoritario, ha ignorado las necesidades de la sociedad venezolana desde el principio y, a pesar de los numerosos intentos de sacarlo del poder, Maduro sigue siendo el líder después de elecciones presuntamente fraudulentas. En este sentido, no solo las elecciones de 2018 fueron ampliamente impugnadas, sino también las del verano pasado y, como era de esperar, muchos de los que se pronuncian en contra de este fraude se enfrentan a penas de prisión. Según Human Rights Watch, alrededor de 16.000 personas han sido arrestadas por motivaciones políticas. Sin embargo, la corrupción no termina ahí. El alcance de la corrupción en Venezuela se puede ver en el caso del Cartel de los Soles, en el que más de 120 funcionarios del régimen han sido implicados en una enorme operación de narcotráfico, incluidos miembros del poder judicial y legislativo.
Está claro que las redes criminales han penetrado en los niveles más altos de gobernanza y han socavado por completo el estado de derecho. La corrupción a niveles tan altos destruye el potencial del ODS 16 de inmediato, ya que no es posible lograr la paz y la justicia con instituciones que no promuevan la transparencia. En mi opinión, no se puede negar que la corrupción que Venezuela está experimentando a manos de Maduro es demasiado profunda para que el ODG 16 pueda avanzar. En última instancia, la corrupción es el pilar central del régimen y está claro que la ONU tiene una capacidad limitada para interferir en los asuntos internos de Venezuela. Tal vez este sea el defecto fundamental de esta organización.
Sin embargo, aunque el potencial de progreso parece imposible, lo importante es que sigamos creando conciencia porque poner el foco en Maduro fomentará con el tiempo la presión internacional para la reforma. Al fin y al cabo, cada conversación sobre esto es un paso hacia el cambio y el pueblo venezolano merece que se escuche su voz.
BIBLIOGRAFÍA utilizada:
Human Rights Watch (2024). 'Informe Mundial 2024: Venezuela'. <https://www.hrw.org/es/world-report/2024/country-chapters/venezuela>.
Nicas, J. (2024). '¿Qué sostiene a Maduro en el poder?', The New York Times, 4 de agosto. <https://www.nytimes.com/es/2024/08/04/espanol/venezuela-elecciones-maduro-poder.html>.
Transparencia Internacional (2024). 'Índice de percepción de la corrupción 2023: el debilitamiento de los sistemas de justicia deja a la corrupción sin controles'. <https://www.transparency.org/es/press/cpi2023-corruption-perceptions-index-weakening-justice-systems-leave-corruption-unchecked>.
Naciones Unidas (2024). 'Objetivo 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas' <https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/peace-justice/>.